jueves, 20 de marzo de 2014

Mas como Jesus


Ser cristiano significa hacer todo lo posible por emular a Jesús. Vale la pena decir que nunca seremos perfectos ni estaremos libres de pecado como lo estaba Él: tenemos que lidiar con nuestra naturaleza humana. Sin embargo, como seguidores de Jesús se espera de nosotros que procuremos imitar Su modo de vivir y de relacionarse con los demás.

Emular a Jesús es hacer un esfuerzo por vivir conforme a Sus enseñanzas y ejemplo. Significa aplicar nuestra fe a los sucesos cotidianos de nuestra vida. Es esforzarnos al máximo por alinear nuestros pensamientos, nuestras reacciones y nuestras actitudes con las de Él. Es fijarse en las instrucciones y el ejemplo de Jesús antes de sacar conclusiones o tomar decisiones. Significa suspender nuestras actividades y patrones de pensamiento para entrar en Su Espíritu, de modo que Él viva en nosotros, nos guíe y obre por medio de nosotros. Es seguir las huellas del Maestro, esforzarnos al máximo por ser como Él en todos los aspectos de nuestra vida.

Emular a Jesús es algo más profundo que simplemente imitar Su estilo. Es dejar que Él more en nosotros y morar nosotros en Él. Jesús dijo a Sus seguidores: «Permanezcan en Mí, y Yo permaneceré en ustedes. Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en Mí, como Yo en él, dará mucho fruto; separados de Mí no pueden ustedes hacer nada». Por tanto, ser cristianos productivos significa vivir en Jesús y permitir que Él viva en nosotros.



Para participar de Su naturaleza divina debemos establecer y mantener una estrecha relación con Él, asimilar y aplicar Su Palabra y acudir a Él para pedirle instrucción y orientación. Al hacer eso, nuestros pensamientos y acciones se alinean con los Suyos. El apóstol Pablo habló de tener «la mente de Cristo», que significa pensar, reaccionar y actuar como lo haría Jesús.

Cuanto más vivamos en Él, cuanto más renunciemos a nuestra propia naturaleza y asumamos la Suya, más nuestros haremos Sus pensamientos, Sus actitudes, Sus actos y Sus reacciones. Adoptaremos más características Suyas, más de Su amor, bondad, mansedumbre y todos los demás frutos del Espíritu. Actuaremos como lo haría Él. Seremos más como Él.

Juan 3:30 - A él le toca crecer, y a mí menguar.
Juan 15:12 - Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
Efesios 5:2 - Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

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